Las sillas salvaescaleras, son una solución eficaz que garantiza la accesibilidad.
Pueden ser instaladas en el hogar o cualquier espacio público que desee superar barreras arquitectónicas de forma cómoda y segura.
Estas sillas, permiten que personas con movilidad reducida puedan subir y bajar escaleras sin la necesidad de hacer esfuerzos físicos intensos o depender de la asistencia de otras personas.
Ventajas
Una de las principales ventajas de las sillas salvaescaleras es su facilidad de instalación, ya que no requieren de modificaciones arquitectónicas, solo una acometida eléctrica, lo más cercana posible de la escalera.
Estos equipos se pueden adaptar a diferentes tipos de escaleras, sin importar que sean rectas, curvas o mixtas.
El proceso de instalación suele ser muy rápido y sencillo. Además, están diseñadas pensando en la seguridad y la comodidad del usuario.
Están equipadas con cinturones de seguridad, frenos y sensores de seguridad para garantizar un viaje suave y sin riesgos.
Las sillas suelen contar con asientos acolchados, reposabrazos y reposapiés ajustables, lo que proporciona una experiencia cómoda durante todo el recorrido.
También tienen en cuenta el aspecto estético, estando disponibles en una amplia variedad de diseños y acabados para adaptarse al estilo de la casa, forma de la escalera y combinar con la decoración existente.
De esta manera, la silla se integra armoniosamente en el entorno y no interfiere con la estética general del hogar.
Estas sillas ofrecen una mayor autonomía y libertad de movimiento en el hogar, logrando que las personas puedan acceder a todas las áreas de la casa, como dormitorios, salas de estar, cocinas o jardines, sin restricciones.
Esto contribuye a mejorar la calidad de vida de los usuarios, mantener su independencia y participar plenamente en las actividades diarias.
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